HECHOS REALES
En Vikings,
el canal History pretende contarnos la historia de Ragnar
Lodbrok (Travis Fimmel), un vikingo local destinado a la leyenda que tiene
problemas con la autoridad. Durante la primera temporada, nuestro héroe se
empeñó en navegar al oeste en busca de nuevas tierras que arrasar, pero se
encontró con la oposición del Conde Haraldson (Gabriel Byrne), que ya
tenía una edad y pocas ganas de aguantar el afán de ambición de Ragnar. Y
allá que fueron nuestros vikingos en busca de tierras desconocidas. Pero…
¿lo son realmente? Esta semana arranca el desenlace de la cuarta temporada y seguimos
preguntándonos si debemos creernos todo lo que nos cuentan enVikings.
Parece
que History (antes History Channel) vio campo abierto para lanzarse,
por primera vez, a la ficción seriada. Una decisión lógica si se consideran los
cambios en el consumo cultural contemporáneo y, sobre todo, por cómo vienen petándolo
los dramas históricos. En los últimos años han ido apareciendo como
topos: Roma, Los Borgia o Los Tudor (escrita por
Michael Hirst que, sorpresa, es también la mente tras Vikings). Pero quizá
lo que más ha allanado el terreno no es otra que Game
of Thrones. Parece que al público le ha caído en gracia el ver luchar
primitivamente a hombres cubiertos en pieles con poco sentido de la repulsión,
con sus mujeres desnudas por motivos que nadie cuestiona y todo ello en
escenarios espectaculares. Pero hay una diferencia: Game of Thrones es
una serie fantástica, mientras que Vikings, sobre el papel, es histórica.
Cierto es que no tiene dragoncitos ni cuervos de tres ojos, pero algún elemento
fantástico sí que se ha permitido Hirst.
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